Descubre las razones detrás de unos dientes amarillos y cómo blanquear tu sonrisa de manera segura
Los dientes amarillos pueden ser motivo de preocupación para muchas personas, ya que pueden afectar a la confianza en uno mismo y la estética de la sonrisa. Aunque no siempre indican un problema de salud, es importante entender las causas detrás de esto.
A día de hoy, existen soluciones efectivas para recuperar el blanco de tu sonrisa. En el blog de hoy, te contamos cuáles son las principales causas de unos dientes amarillos. También te contamos cómo aclararlos si así lo deseas.
¿Por qué tengo los dientes amarillos?
Unos dientes de color amarillo pueden venir dados por una serie de factores muy diferentes como, por ejemplo, la genética, edad, mala higiene oral, ingesta de determinados medicamentos, hábitos alimenticios o tabaquismo.
Factores como la genética o la edad son inevitables, así como el consumo de determinados medicamentos. Otros factores como el consumo de tabaco o consumir en exceso alimentos o bebidas que tiñen los dientes, pueden evitarse fácilmente.
Como ves, un color oscuro de tus piezas dentales no siempre está directamente relacionado con tener una higiene incorrecta y sus causas pueden ser mucho más complejas. Hay personas que, genéticamente tienen dientes más blancos que otras. Además, con el paso del tiempo, las piezas se van oscureciendo inevitablemente.
Una sonrisa más amarilla de lo normal, puede causar cierta inseguridad en determinados pacientes, provocando incluso que dejen de sonreír tanto como antes.
¿Cómo conseguir unos dientes más blancos?
Para prevenir los dientes amarillos, es importante mantener una correcta higiene bucodental. Ya hemos hablado en numerosas ocasiones de la importancia de la importancia de tener una técnica adecuada de cepillado, así como una rutina. Cepillarse al menos 3 veces al día y complementarlo con hilo dental hará que tu boca esté libre de bacterias y se mantenga brillante. También existen otras maneras de conseguir una sonrisa más blanca, como por ejemplo:
- Blanqueamientos dentales: Existen blanqueamientos domiciliarios y en consulta. Ambos han de ser tratamientos profesionales y previamente prescritos por el odontólogo. Hay que tener claro que, cuando hablamos de blanqueamientos domiciliarios, nos referimos a tratamientos especiales que se supervisan en clínica constantemente y nunca hay que recurrir a Internet para adquirir ‘blanqueadores’ sin prescripción.
- Dentífricos blanqueantes: Las pastas dentales blanqueadoras pueden lograr mantener más tiempo los resultados de un blanqueamiento dental. A pesar de que en Internet prometan milagrosas fórmulas blanqueantes, tampoco las sigas. Podrías dañar tu esmalte o causarte ciertas quemaduras en las encías con estos remedios caseros. Pide consejo siempre a un odontólogo experto.
- Restauraciones estéticas, carillas o coronas: Estas opciones son para aquellos casos en que además de querer cambiar el color del diente, también se busque cambiar su anatomía.
Recuerda también que…
No debes obsesionarte con un blanco excesivamente claro. En ocasiones, podemos tener unos estándares ‘ideales’ en mente que a una distancia social no quedarían naturales. La estética dental se encuentra en el equilibrio perfecto entre lo ‘ideal’ y lo natural. Es importante que te dejes aconsejar por un odontólogo experto en estética y que escojas tonos reales.
Aclarar tu sonrisa en exceso puede hacer el efecto contrario al deseado, por ello, es muy importante tener en todo momento unas expectativas realistas.
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