Cualquier persona puede sufrir un traumatismo dental a cualquier edad, aunque la infancia y la adolescencia son dos etapas especialmente vulnerables. Ya sean por caídas o accidentes, en el caso de los niños, ya sean sobre todo secundarios a la práctica deportiva o a caídas en bicicleta o en motocicleta en el de los adolescentes, los traumatismos dentales no son algo infrecuente, por lo que conviene saber cómo actuar en el caso de que se produzcan.
Según el daño dental sufrido, las consecuencias podrán oscilar entre:
- Fractura del esmalte dental
- Fractura coronaria
- Fractura radicular
- Avulsión (caída) dentaria
En los traumatismos en niños, lo primero que debe valorarse es si se trata de un diente temporal («diente de leche») o si ya es un diente definitivo.
Si se ha caído un diente temporal, la prioridad estará en prevenir el daño que la avulsión haya podido causar en el diente definitivo, no en reimplantar la pieza caída, que no se hará en el caso de la dentición temporal, por lo que deberá acudirse al odontólogo lo antes posible, para iniciar una serie de controles.
Si se ha caído un diente definitivo, sí que debe intentarse la reimplantación. Se puede intentar reimplantar al momento y para que se conserve mejor hasta llegar a la clínica. También se puede introducir el diente en un recipiente con leche, , y, si no se dispone de leche, en suero fisiológico o saliva., y se acudirá inmediatamente a la clínica dental. El reimplante deberá realizarse antes de 1 hora tras la caída, y las probabilidades de éxito mejorarán considerablemente si se hace en los primeros 30 minutos.
Tras un impacto en un diente, aunque parezca que éste no haya sufrido daño, debe acudirse el odontólogo para que lo evalúe y pueda decidir exactamente cuál es el alcance de la lesión.
Si se ha fracturado el diente, deberá valorarse el alcance de la fractura para conocer si afecta sólo al esmalte (capa externa), o también a la dentina (capa intermedia) o al nervio (capa interna). Según la profundidad, se ofrecerá un u otro tratamiento, que puede requerir de endodoncia previa a la reconstrucción e incluso de extracción del diente afectado. Los controles radiográficos y de vitalidad pulpar posteriores permitirán conocer la viabilidad de la pieza fracturada.
En caso de llevar ortodoncia, también se deberá pasar por el ortodontista, para que valore el estado de los alambres y el cementado de los brackets, porque pueden haberse desajustado.
Las férulas para deportistas serán una buena herramienta preventiva en el caso de los traumatismos relacionados con la práctica deportiva. El resto de accidentes y de caídas serán difíciles de prevenir, pero sí que requerirán una acción inmediata para evitar mayores consecuencias.